La Ley C.U.R.A. establece un modelo de interoperabilidad obligatorio que unifica todos los sistemas de salud del país bajo estándares internacionales abiertos. Esto garantiza que los datos clínicos puedan compartirse de forma segura, estructurada y precisa entre hospitales, provincias, obras sociales, PAMI, ART, laboratorios, farmacias y cualquier efector autorizado.
La interoperabilidad se basa en normas reconocidas globalmente como HL7 FHIR, SNOMED CT y LOINC, lo que asegura compatibilidad total entre distintos software, permitiendo que la información de un paciente viaje con él sin importar el lugar donde se atienda. Cada dato clínico se registra en un formato estandarizado, lo que elimina ambigüedades, evita duplicaciones y permite una lectura clara por cualquier sistema adherido.
El sistema utiliza APIs seguras para el intercambio automático de datos clínicos estructurados, estudios médicos, imágenes, informes diagnósticos, recetas electrónicas y trazabilidad de medicamentos. Los prestadores que no dispongan de sistemas compatibles pueden operar con la interfaz web oficial, garantizando inclusión tecnológica sin necesidad de realizar inversiones adicionales.
C.U.R.A. también incorpora un Índice Público de Interoperabilidad y Calidad, que evalúa el grado de cumplimiento de estándares por parte de los establecimientos. Esto incentiva la adopción de buenas prácticas, uniformidad técnica y mejora progresiva de los sistemas de gestión sanitaria.
A nivel federal, la interoperabilidad permite que las provincias conserven la titularidad de sus datos mientras los sistemas locales se integran al nodo nacional mediante el Marco de Intercambio Federal. Esto respeta la autonomía jurisdiccional y, al mismo tiempo, asegura un estándar único en todo el país.
El sistema está preparado para interoperabilidad internacional a través del Hub Global C.U.R.A., que permitirá el intercambio seguro de información clínica con países socios, cumpliendo normas ISO, HL7, IHE y los requisitos avanzados del Resumen Internacional del Paciente (IPS).
En conjunto, esta arquitectura crea una red sanitaria nacional coherente, estandarizada y completamente conectada, capaz de mejorar la atención, evitar errores, reducir costos y modernizar la salud argentina con estándares globales de calidad.